
Teatro y marionetas para curar las heridas de un pueblo colombiano azotado por la guerra
Tres campanadas anuncian el inicio de la función. Luces, cámara y acción grita un público infantil, y las marionetas salen a escena para iniciar una experiencia de teatro miniatura en un espacio mágico donde con arte cuentan historias, hacen memoria, curan heridas del conflicto y siembran conciencia sobre conservación ambiental. En un rincón del departamento










