Participantes en el Proyecto Fronteira, cofinanciado con fondos de la UE a través del programa Poctep, que tiene como base fundamental la integración de las personas en situación de exclusión o con discapacidad. EFE/Fundación Asprodes

Integración, accesibilidad y servicios de proximidad, claves para una frontera ibérica más social

Madrid (EuroEFE).- Fomentar la inserción laboral de las personas en exclusión o con discapacidad, mejorar la accesibilidad, garantizar servicios de proximidad a las personas mayores o con dependencia o el acompañamiento digital a pymes son solo una muestra de cómo la cooperación transfronteriza permite avanzar en materia social y de empleo a ambos lados de La Raya hispanolusa.

Con el objetivo de dar respuesta a dos cuestiones centrales del reto demográfico, como son la despoblación y el envejecimiento en algunas áreas de la región transfronteriza de Castilla y León y el norte de Portugal nace Integr@tención, un proyecto cofinanciado con fondos de la UE a través del programa de cooperación transfronteriza Interreg España-Portugal (POCTEP).

Fruto de la pérdida de población, parte de estas regiones «se quedan sin atención, sin servicios, y a las personas mayores y las que tienen discapacidad o necesidad de cuidados les resulta bastante complicado poder vivir ahí», explica en una entrevista con EFE Raquel Losada, jefa de I+D+i de la Fundación Intras, entidad beneficiaria de este programa.

En este contexto, Integr@tención se erige como una «plataforma transfronteriza para el escalado de soluciones innovadoras en atención sociosanitaria», que se sirven de la tecnología, la investigación y la innovación «para que las personas con discapacidad o con enfermedad crónica puedan ser atendidas en casa y en el medio rural si lo desean, incluso hasta el fin de la vida».

Vista de la Fundación Intras. EFE/María Moya
Vista de la Fundación Intras. EFE/María Moya

Una de las tecnologías desarrolladas para abordar esta cuestión, explica, por su parte, María José Hernández, gestora de Proyectos de I+D+i de Intras, consiste en «una plantilla inteligente que detectaba, por un lado (…) que una persona se salga de su área establecida» de paseo y, por otro, las caídas, por lo que era muy «útil para las personas que empezaron a tener deterioro cognitivo».

Otra permitía hacer «un seguimiento personalizado del estado cognitivo de las personas mayores a través de llamadas», dando recomendaciones sobre hábitos diarios o «recordatorios sobre citas médicas o toma de medicación».

«El impacto que tuvo sobre las personas mayores fue verdaderamente gratificante, porque ellos reconocían el valor del uso de la tecnología», que además estaba adaptada a sus necesidades y no requería un conocimiento digital muy amplio, detalla Hernández.

En este contexto, y en regiones a ambos lados de la frontera con retos compartidos, la cooperación hispanolusa fue fundamental para crear «un ecosistema de innovación muy potente», que pretende seguir dando soluciones conjuntas a desafíos futuros, asegura Hernández.

 

INCLUSIÓN COMO PRIORIDAD

Con una destacada vocación social también se crea Fronteira 2020, que «tiene como base fundamental la integración de las personas en situación de exclusión o con discapacidad» en el ámbito laboral, cuenta a EFE Juan Antonio Recio, gerente de Asprodes, una de las organizaciones que forman parte del proyecto, desarrollado en el área de cooperación del centro de Portugal y Castilla y León.

«Detectamos a raíz de proyectos anteriores nuevos yacimientos de empleo abiertos en el mercado fronterizo», explica Recio, y decidieron actuar en tres campos: el medioambiente, los servicios de proximidad a las personas y el turismo inclusivo.

En esta línea, una de las prioridades de Fronteira es que siempre prime la accesibilidad y la inclusión, insiste Recio: «Garantizar un turismo para todos y, si es posible, como iniciativa a tener en cuenta, que esté gestionado por personas con discapacidad», añade.

«Nosotros sabemos que esto genera mucho empleo, sabemos que tampoco hay tantas personas en disposición de trabajar en nuestro medio rural y, por lo tanto, las personas en exclusión y con discapacidad tienen mucho que aportar», añade.

Además de facilitar el acceso al empleo de personas con más dificultades de inserción laboral, Fronteira también sienta las bases para una cooperación futura en este ámbito.

Gracias a este proyecto «se han identificado yacimientos de empleo que luego permiten estructurar rápidamente un modelo de negocio al hacer una propuesta», explica, por su parte, Jorge de Dios, coordinador de proyectos de Asprodes, quien insiste en que la confluencia en el espacio con otros proyectos, como Integr@tención -del que también forman parte-, tiene «un efecto multiplicador».

EFE/Fundación Asprodes
EFE/Fundación Asprodes

 

IMPACTO SOCIAL

Otro ejemplo de la cooperación ibérica en materia de empleo, en este caso en la eurorregión Euroace -Extremadura, Centro de Portugal y Alentejo-, es el Proyecto EFES, que nace con el objetivo de fomentar que haya más empresas «que tengan en cuenta el impacto económico, social y medioambiental«, explica a EFE Ana Vega, directora general de Empresa de la Junta de Extremadura, uno de los socios del proyecto.

Para EFES, uno de los puntos de partida fue definir qué es el emprendimiento social, porque «uno de los principales obstáculos» para la interconexión y la cooperación entre administraciones, organizaciones y empresas es que «cada uno tiene una concepción diferente», indica Vega.

Uno de los objetivos prioritarios del proyecto es la dimensión social: «Para nosotros, lo importante es que esa empresa genere un impacto social» y no tanto «la forma jurídica a la que muchas veces están vinculadas las empresas sociales», añadió, por su parte, Inmaculada Falero, de la Dirección General de Empresa extremeña.

No obstante, otro pilar debe ser la sostenibilidad económica, porque «muchas organizaciones y fundaciones se dedican a trabajar con personas vulnerables, miran mucho la parte social, pero no son sostenibles económicamente y también hay que buscar ese equilibrio de la parte económica, social y medioambiental», añade Vega.

En esta línea, EFES se ha caracterizado por la transversalidad, abordando áreas desde la agroalimentación, la economía circular, el turismo, el bienestar o la cosmética natural hasta la educación, «añadiendo valor a las organizaciones y, sobre todo, a las comunidades y territorios», añade, por su parte, Henrique Sim-Sim, de la fundación alentejana Eugenio de Almeida, también socio de este proyecto.

Además, ambas zonas de La Raya son «muy parecidas en los recursos o los problemas», explica Vega, lo que ha permitido una cooperación ibérica «basada en el respeto y la valoración de la diferencia y en la búsqueda de puntos comunes», añade Sim-Sim.

 

DIGITALIZAR PARA AVANZAR

Otra forma de avanzar en el emprendimiento más allá del impacto social y de generar nuevas oportunidades de empleo es apostar por la digitalización, una opción que defiende el proyecto Agriconect 4.0, destinado a empresas del sector agroindustrial y que abarca las zonas de cooperación de las eurorregiones de Galicia-Norte de Portugal y Euroace.

«Vimos que había una necesidad por impulsar la transformación digital en las pymes agroindustriales para mejorar su digitalización y tratar de adaptarlas» al contexto actual, explica a EFE Silvia Martín, de la Escuela de Organización Industrial (EOI), una de las entidades que formó parte de Agriconect.
Algunas de estas empresas, en su mayoría pymes, necesitaban «asesoramiento en transformación digital», para lo cual era necesario, como paso previo, realizar un autodiagnóstico de las aptitudes digitales de la empresa.

Esto último les permitió «obtener un plan individualizado que les ha permitido mejorar sus procesos a través de la digitalización y la Industria 4.0», explica Bruno Ramalho, coordinador financiero y de proyectos de Startup Leiria, parte también del proyecto Agriconect.

«Hoy en día, si una empresa no tiene una página web o un espacio para la venta online, ¿cómo la van a contactar?», añade Martín. Otras, sin embargo, «necesitaban cambios en su canal de producción, no tanto a nivel promocional, sino más en los elementos técnicos».
Partiendo de una cooperación «provechosa y dinámica» para crear redes de colaboración empresarial a ambos lados de la frontera, destacó la «implicación y el compromiso de las empresas» participantes y sus esfuerzos para obtener resultados, explica Alexandrina Martins, de la Asociación de Desarrollo de la Región del Alto Támega (ADRAT), uno de los socios portugueses del proyecto.

EL PROGRAMA POCTEP

El programa de cooperación transfronteriza Interreg España-Portugal (POCTEP), que gestiona fondos regionales de la UE, lleva tres décadas impulsando proyectos de colaboración hispanoportuguesa.

En el período 2014-2020, el POCTEP financió 251 proyectos que se tradujeron en una inversión global de 484 millones de euros y, para 2021-2027, la Comisión Europea aprobó una dotación financiera de más de 320 millones de euros.

Editado por Sandra Municio