(Información remitida por la entidad que la firma:)
La diversidad es esencial para el éxito de cualquier empresa. Lo que hasta hace unos años podría incluso verse como una excentricidad, es hoy, afortunadamente, una medida destinada a crear mejores ambientes de trabajo y a ofrecer una cultura de la integración que lleve a una mayor productividad y que, por otro lado, cumpla con la legislación.
Esta se encuentra establecida mediante la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Esta ley fue ampliada en 2019 para dar una mejor respuesta a las necesidades actuales de las empresas que deben cumplir con estos planes. Y es que un plan de igualdad es de necesario para aquellas empresas con más de 50 empleados.
Hablar de igualdad es hablar de justicia social. Tiene como objetivo crear una normativa en la que queden reflejadas cuáles son las condiciones de trato y participación para todas las personas. La forma en la que se materializa son los denominados planes de igualdad.
Muchas empresas ya trabajan arduamente para mejorar el equilibrio de género y la igualdad en el lugar de trabajo. Han implementado diferentes estrategias, como la capacitación en diversidad o conseguir unas condiciones más flexibles que tengan en cuenta las características de todos los miembros de una plantilla. Las empresas también se están enfocando en contratar más mujeres en puestos de liderazgo, lo cual es una buena manera de lograr un mejor equilibrio de género.
Por qué apostar por otra manera de trabajar
En Ecoembes son conscientes que los beneficios de un plan de igualdad son evidentes. Por un lado, logran reducir una brecha que, históricamente, ha sido vista como algo normal. Y es que estamos hablando de que la igualdad se trata de un principio jurídico universal.
Por otro parte, lleva a aumentar la productividad de la empresa y, con ello, busca evitar situaciones de empleo precario o condiciones laborales que puedan resultar denigrantes.
Las empresas con planes de igualdad establecidos y que los cumplen, mejoran su reputación y se convierten en lugares mucho más apetecibles para cualquier trabajador. Un plan de igualdad bien planificado puede ayudar a cualquier empresa a atraer y retener al mejor talento. Es evidente que una compañía con estos principios y que mejora las condiciones de trabajo se convierte en un ejemplo a seguir.
Un tema del cual se habla con mucha frecuencia es la conciliación entre la vida personal y la profesional. Existe una preocupación muy evidente sobre este asunto, ya que, en muchas ocasiones, se tiene la sensación de estar trabajando de manera exclusiva mientras que se desatienden cuestiones importantes.
Los planes de igualdad van buscando que la conciliación sea una realidad y que no se queden en papel mojado. Es evidente que, en muchas ocasiones, nuestro ritmo laboral no posibilita poder disfrutar de la vida personal. Para ello, se deben encontrar puntos de unión que tengan en cuenta las características de las empresas y las personas que trabajan para ellas.
Cuando se aplican planes de igualdad, se está posibilitando que el reparto de tareas dentro de una empresa sea justo, y que las retribuciones vayan en consonancia del puesto, independientemente de quien lo desempeñe. Realzar la valía de las personas, sin tener en cuenta el sexo, es otra de las motivaciones de un plan de igualdad realista y ajustado a las necesidades de la empresa
Desgraciadamente, suelen ser habituales las noticias sobre situaciones de acoso o discriminación por cuestión de sexo. Un plan de igualdad bien diseñado y establecido posibilita minimizar este tipo de situaciones, que pueden llegar a ser muy lesivas para quien las sufre. Cuando se establecen unas pautas de actuación concretas, existe la sensación de encontrarse protegido ante este tipo de hechos.
Un plan de igualdad va mucho más allá de establecer una serie de medidas destinadas a acabar con situaciones de discriminación. Es una manera de favorecer ambientes saludables en las empresas para que consiga verse como normal algo que hasta hace un tiempo no lo era. Una política corporativa que da pie a que el trabajo se desarrolle en mejores condiciones y se minimicen las situaciones indeseadas.
Obviamente, un plan de igualdad no es un documento estático, sino que está en permanente revisión para conseguir adaptar las necesidades de la empresa a lo que va marcando la normativa. Con ello, y gracias a estas actualizaciones periódicas, se consigue que el plan nunca quede obsoleto y que sea capaz de dar la respuesta más oportuna en cada momento.
Con la igualdad en las empresas queda todavía mucho trabajo por hacer, pero es evidente que se va a por el buen camino. El fortalecimiento de estas políticas y la afirmación de que se va en la dirección correcta posibilitan que las situaciones indeseables tengan una tendencia decreciente. Pero no cabe duda de que se va en la dirección correcta y adecuada.
CONTACTO: oficinadeprivacidad@ecoembes.com
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