La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha defendido la digitalización para modernizar la enseñanza y despejar las incógnitas introducidas por las pandemia, que ha dejado al descubierto una «triple brecha digital»: competencias del docente y del alumno y configuración de entornos virtuales en los centros.
En el foro “Educación y transformación digital: la ecuación de futuro”, organizado por EFE, Celaá ha recalcado que la digitalización y la educación son elementos «indisociables que ayudan a resolver las incógnitas de la sociedad del riesgo, es decir, los peligros, las oportunidades inducidas e introducidas por las oleadas de racionalización tecnológica», las incertidumbres derivadas de la covid y otros cambios disruptivos.
El plan de la ministra Celaá para mejorar la comunicación y la creatividad
«Con más y mejor educación, más y mejor conocimiento, y con la herramienta de la digitalización, estamos en condiciones de resolver con acierto la ecuación de futuro planteada hoy», ha señalado la ministra en la clausura del encuentro, al que han asistido el director de Educación de Google para España, Gonzalo Romero; la rectora de la Universidad CEU San Pablo, Rosa Visiedo, y el director de Innovación Educativa de Fundación Telefónica, Luis Miguel Olivas.
La digitalización abre «oportunidades para la modernización de los sistemas educativas, es una herramienta que facilita un aprendizaje mucho más ubicuo, más inmaterial, ayuda a repensar las aulas y los tiempos», ha agregado Celaá, quien ha subrayado la importancia de las competencias que deben adquirir los jóvenes: creatividad, comunicación, cooperación en equipos y pensamiento crítico.
Esta última -ha indicado- conecta con la competencia mediática y la verificación digital. «Están cobrando gran importancia para contrarrestar zonas de sombra que nos acechan como la desinformación o la ciberactividad. Un contexto bien conocido en los medios de comunicación que estáis desarrollando importantes iniciativas como Efeverifica para la identificación de noticias falsas».
El lado humano de la enseñanza
La rectora de la Universidad CEU San Pablo y directora de Universidades CEU ha señalado, por otro lado, que la tecnología es una herramienta que está al servicio de unos objetivos formativos más elevados: «Queremos formar a nuestros estudiantes de una manera integral y eso requiere formarlos en las competencias técnicas de cada grado», pero también en «competencias humanísticas».
Trasladar al alumnado «criterios, pensamiento crítico y valores» es esencial para que esas tecnologías se usen de modo adecuado en «los aspectos éticos y morales, va a ser una batalla que vamos a tener que librar desde las universidades», ha añadido Visiedo.
El director de Educación de Google ha recalcado que el 60 % de los nuevos empleos que se van a generar en Europa van a demandar titulaciones superiores adaptadas a las tecnologías y a la digitalización y, aunque España «está bien conectado digitalmente», el 55 % de su población tiene competencias digitales básicas, lo que la posiciona en «desventaja».
Tras señalar que el talento no se mide hoy por la cantidad de conocimiento sino por quien «colabora más, aprende más y se adapta más rápido al cambio», Romero ha subrayado que ninguna tecnología podrá sustituir nunca al docente, quien «hoy más que nunca es gestor y líder del cambio que se está produciendo».
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La transformación de la sociedad a través de la educación
El director de Empleabilidad e Innovación Educativa de Fundación Telefónica, Luis Miguel Olivas, ha coincidido en que el profesor es «la palanca de la transformación educativa» al que hay que acompañar en la transición digital, junto a los alumnos y familias.
A pesar de que España suma la fibra óptica que en conjunto poseen Alemania, Reino Unido, Francia e Italia, «no solo es un tema de conectividad, recursos y dispositivos» sino de capacidad y de competencias.
«Ha habido muchas familias que no han sido capaces de ayudar a sus hijos a conectarse a las herramientas digitales para continuar un aprendizaje online» y profesores que han tenido el mismo problema, ha dicho Olivas.